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Perfección vs. Imperfección
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- Victoria Farina
Abrazando los defectos con amor y autenticidad
La ilusión de la perfección
¿Alguna vez has reflexionado si la búsqueda de la perfección obstaculiza tu capacidad de abrazar tu verdadero yo? ¿Alguna vez te has preguntado si perseguir la perfección es como intentar “chocar los cinco” con un unicornio, esquivo y probablemente mítico?
En un mundo obsesionado con selfies impecables y estándares imposibles, el enfrentamiento épico entre la perfección y la imperfección es el drama definitivo de la televisión real.
En lugar de perseguir un ideal inalcanzable, ¿por qué no disfrutar de la belleza de la imperfección y dejar que tu brillantez se ilumine en su forma más auténtica? Es hora de reescribir la narrativa y redefinir lo que significa ser verdaderamente excepcional.
¿Estás listo para unirte al movimiento donde la imperfección no solo es aceptada, sino celebrada como un símbolo de autenticidad e individualidad? Te invito a que nos embarquemos juntos en este viaje y abracemos la belleza de la imperfección con las manos bien abiertas.
Te dejo una frase de Marilyn Monrroe para que te inspire: “La imperfección es belleza, la locura es genialidad y es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido”.
La perfección y la parálisis
Durante años me he resistido a llevar a cabo mi propósito y mostrarme en público, lo hacía de alguna manera, pero siempre dentro de mi zona de confort, solo a conocidos y de la manera más desapercibida posible. No tenía redes y prácticamente el mundo no sabía que existía porque por años así quise que fuera.
Era extraño porque cuando alguien me preguntaba a qué me dedicaba y yo comenzaba a contar todo lo que hacía, me conectaba con una parte de mí tan profunda que me daba cuenta que la pasión con la que transmitía generaba un impacto en las personas y hasta, muchas veces, terminaban queriendo hacer lo mismo.
Pero cuando alguien me decía: “deberías compartirlo, abrir redes, escribir un libro, mostrarte”, podía sentir cómo mi cuerpo se contracturaba, me cambiaba el humor, incluso la expresión y ya nada me parecía buena idea. Y pensaba: “¿para qué? Si así con mi vida estoy ok”.
La imperfección y el mundo
De a poco me fui dando cuenta que, en realidad, lo que me asustaba era salir al mundo y que se viera mi imperfección, que las personas se dieran cuenta de que no era tan maravillosa como pensaban, que tenía mis propias inseguridades, mi sombra que es enorme, mis miedos y que no era ningún “guru”.
Hasta que, en un momento, me llegó la siguiente frase: “Las razones vienen primero, las respuestas vienen después”. Me quedé en silencio, reflexionándola y preguntándome cuál era mi razón, para qué tomarme la molestia de querer salir al mundo a compartir mi experiencia, cuando en mi casa me la pasaba superbien. Lo que sí tenía clarísimo es que ¡quería transmitir un mensaje!, y la respuesta era: “¡No me importa CÓMO, solo quiero hacerlo!”
Lo que importa es el mensaje
Entonces, finalmente comprendí que lo que importaba era solo el mensaje, no la forma, y empecé a hacerlo, de a poco, abriendo Instagram, creando la comunidad en Telegram, haciendo algunos talleres y encuentros. Pero me daba cuenta de que me seguía poniendo palos en la rueda a mí misma, no me vendía en absoluto (hasta hoy sigo sin hacerlo), encontraba excusas por doquier para no hacer las cosas, y seguía escondiéndome.
Hasta que también me di cuenta de que lo que me asustaba muchísimo era cometer errores, que yo pudiera decir algo en público y que alguien saltara a criticarme o darme una opinión contraria, que me dijeran “eso no es así”, y que yo misma me juzgara luego por eso.
Como siempre atraemos lo que somos y lo que vibramos, eso ya ha pasado, ¡y varias veces! Y percibí que, en realidad, no me he muerto ni ha pasado nada tan grave, pero que eso sí me seguía trabando para querer dar un paso a otro nivel.
La experiencia de vida como mi aliada
Y la respuesta llegó como un baño de luz de esos que te iluminan el alma, como ese abrazo cariñoso que te reconforta luego de un día largo y estresante, como ese baño calentito después de haber estado todo el día en la calle bajo la lluvia y el frío…
Mi enfoque estaba en el lugar equivocado. Verás, es muy fácil equivocarse o recibir opiniones o críticas cuando lo que hacemos es hablar de algo que dijo otra persona o que hizo alguien más. En el mundo hay tantas interpretaciones como personal vivas, y cada uno de nosotros observamos esta realidad en función de nuestros filtros mentales.
Incluso aunque leamos la misma frase, podemos interpretarla de maneras diferentes. Y esto se presta a pensamientos y opiniones distintas. Pero, ¿qué pasa cuando hablas de tu propia experiencia con respecto a algo en particular? ¿Qué sucede cuando le hablas a alguien acerca de tus emociones y lo que sientes en determinado momento?
¿Acaso alguien puede decirte que no es así? No, no hay nadie que pueda venir a decirte que eso está mal, que lo que has vivido es incorrecto, que lo que sientes no es válido, NADIE puede decírtelo. Porque en tu propia realidad, eso es así.
Mira a otros y aprende, mírate a ti mismo y enseña
Y entonces descubrí que si hablaba desde mi experiencia, de lo que yo había vivido, cómo lo había vivido y qué había aprendido de ello, nadie podía ni podrá venir a decirme que estoy equivocada.
Este pensamiento me ayudó a salir del estancamiento en el que me encontraba por el miedo a ser imperfecta, me ayudó a comprender que cada vez que hable de algo externo a mí sí podré equivocarme porque soy humana, y podré recibir opiniones diferentes e, incluso críticas o comentarios que no me gusten, pero que igual así formaban parte de mi crecimiento y desarrollo personal.
Aprendí que, si era humilde y aceptaba que, en realidad, no sé nada (porque mientras más aprendo más siento que no sé nada), pero que sí puedo ser una experta de mi propia experiencia y validar mi propio camino, podía salir al mundo a compartir todo eso que me ayuda a seguir creciendo, esperando que pueda serle útil a alguien.
Aprendí que no sabía hacer las cosas, pero que, con paciencia y dedicación, podía aprender a hacerlo o, incluso, pedir ayuda con lo que no me salía y me estresaba.
Aprendí que las demás personas siempre van a hablar, cada una por sus propios motivos, algunas porque solo quieren criticar, muchas otras con la intención de ayudarme y orientarme, pero que, al final, quien decide el Qué y el Para qué soy yo, mientras que el Cómo me lo regala la vida cuando decido confiar en ella.
Momento de reflexión y acción
Entonces, lo que quiero recordarte hoy es que lo que importa es el mensaje; que en la medida en que decidas compartirte desde tu experiencia y tu propia historia, nadie, leeme con atención, nadie podrá venir a decirte que eso no es así.
Es el mensaje en sí mismo el que reina supremo, es la belleza de la imperfección al ser tu auténtico ser, y la pasión que impulsa a trascender los límites de la perfección para tocar corazones y mentes.
La perfección se desvanece y lo nuevo es la imperfección con el brillo de la autenticidad y la pasión. Mientras reflexionas sobre mi viaje desde el agarre sofocante del perfeccionismo hasta el abrazo liberador de la imperfección, te dejo con dos preguntas para reflexionar:
¿Cuántas oportunidades, conexiones y momentos de impacto genuino has perdido en tu implacable búsqueda de la perfección?
¿Podría ser que nuestros mayores logros, nuestras conexiones más profundas y nuestro ser más verdadero se encuentren no en la búsqueda de la impecabilidad, sino en el abrazo de nuestra humanidad bellamente imperfecta?
Mensaje del Universo
El Universo esta semana nos susurra: Abraza el poder del discernimiento, el autocuidado y la sanación durante este tiempo sin buscar la perfección, que todos sabemos que no es posible en este mundo material.
Sumergite profundamente en los detalles de tu vida, analiza con precisión y busca soluciones prácticas a los desafíos que surjan. Busca la optimización en lugar de la perfección, y permití que las habilidades de comunicación de Mercurio en Géminis te guíen para expresar tus pensamientos y emociones con claridad y compasión.
Permití que la sabiduría y la energía transformadora de Quirón te ayuden a sanar viejas heridas y a abrazar tu fuerza interior. A medida que Mercurio se une al Sol, amplifica el potencial para obtener ideas poderosas, claridad mental y comunicación inspirada.
Abrazá la necesidad de perfección que muchas veces nos despierta Virgo en su baja expresión y aprovechá la luna creciente de esta semana para hacer un cambio de percepción con respecto a las trabas que te presenta la búsqueda de perfección frente a los beneficios que puede traerte la optimización de tus recursos y la realidad misma.
Utilizá esta energía para iluminar tu verdadero propósito, comunicar tu verdad con confianza y participar en una reflexión personal significativa. Abraza la naturaleza analítica de Virgo, la energía sanadora de Quirón y el poder iluminador de Mercurio y el Sol. Dejá que esta sinfonía cósmica te guíe hacia el crecimiento, la sanación y una conexión más profunda contigo mismo y con el mundo que te rodea.
Mis mensajes
Te invito ver el nuevo episodio del Podcast que he creado con mi amiga y colega Kira acerca de este tema, convertirte en uno de nuestros Versus Visionaries y recibir más sugerencias sobre cómo nosotras abrazamos nuestra imperfección; te dejo el enlace aquí.
Además, si querés estar al tanto de toda la energía de esta semana en más profundidad, podés escuchar el audio que preparo todos los lunes para Telegram aquí.