Alquimista Espiritual
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Autovaloración vs. Autodestrucción

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    Victoria Farina
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¡Preparate para romper las cadenas de la duda y alcanzar tu máximo potencial!

¡Hola, querido lector! Hoy, vamos a sumergirnos en un tema tan crucial como cautivador: Autovaloración vs. Autodestrucción.

¿Alguna vez has sentido que caminas de puntillas en tu propia vida, ves en la distancia una mejor versión de ti, pero hay una fuerza oculta que te arrastra hacia la autodestrucción? ¿Qué pensarías si te dijera que el delicado equilibrio entre valorarte a ti mismo y derrumbarte es algo con lo que todos lidiamos?

En este artículo vamos a explorar cómo reconocer las señales, romper los patrones destructivos y caminar hacia una vida donde la autovaloración reina suprema. Porque, al fin y al cabo, te mereces nada menos que la mejor versión de ti mismo. ¿Estás listo para reescribir tu historia y alcanzar tu grandeza?

Mi historia personal

Tengo muchas historias sobre autodestrucción y falta de valoración en mi vida. Pero creo que la más relevante es aquella en cuanto a permanecer en relaciones tóxicas que no eran para nada saludables y lo que ello me generó fue una completa y dolorosa autodesvalorización.

¿Por qué permitimos que las personas nos minimicen? ¿nos maltraten? ¿nos abusen? No era consciente de estas preguntas hace muchos años atrás, pero permití muchos tipos de maltratos a mi alma. He sido acosada, abusada, subestimada, y lo que aprendí es la triste verdad de todo esto... todo eso me lo estaba haciendo a mí misma debido a la falta de autovaloración.

Cuando no te sientes suficientemente valiosa, anhelas el amor externo, caes en la trampa de hacer y permitir muchas cosas esperando que otros te quieran. El dolor que sientes en el pecho es tan profundo e intenso que incluso comienzas a buscar formas de no sentirlo más.

Evita el dolor y cae en autodestrucción

Recuerdo ese dolor intenso después de romper con mi prometido. Estaba tan dolida que busqué formas de no sentirlo más. No estoy orgullosa de ello, pero tampoco me avergüenzo porque ese tiempo fue clave para mi aprendizaje y transformación.

Caí en comportamientos tóxicos, salía de fiesta todas las semanas, bebía alcohol, fumaba marihuana, y trataba de adormecerme con estas actividades con la esperanza de que ese agujero negro en mi corazón se llenara y se cerrara. No estoy diciendo que no hay que salir de fiesta o tomar, etc.; de hecho, me encanta disfrutar de una buena copa de vino; pero la clave es ser sinceros acerca del “para qué” hacemos lo que hacemos.

Afortunadamente, esto no duró mucho, y en pocos meses me di cuenta de que ese camino no era el más saludable. Pero recuerdo una experiencia en particular, que fue la que me hizo despertar y cambiar mi comportamiento. Estaba viajando y divirtiéndome tanto que por una semana entera no paré de beber, fumar y salir de fiesta. Una semana entera, día tras día.

Al final de esa semana, me encontré completamente desplegada en una tumbona frente al mar, sin poder moverme, hablar o comer. Lo único que podía hacer era mirar fijamente el mar, en silencio, con mis ojos perdidos en el horizonte. Después de ese día, volví a casa...

Cuando el resultado no es el que esperamos

Cuando llegué a casa, pude sentir las consecuencias de esa semana loca. Durante los siguientes 3 meses, no pude comer como de costumbre, ni siquiera podía oler alcohol y todo mi cuerpo estaba en un proceso muy extraño que realmente no puedo describir adecuadamente. Lo que sé con certeza es que el agujero negro, ese dolor en mi pecho, seguía ahí y era más grande que antes.

Después de este episodio, me di cuenta de que esa no era la manera de sanar. Me senté en silencio durante esos meses a reflexionar sobre lo que estaba haciendo. Y concluí que me estaba destruyendo. La falta de amor propio era tan profunda que me estaba matando inconscientemente.

¿Cuántas veces nos maltratamos de maneras como esta? ¿Cómo podemos anhelar el amor externo si no somos capaces de amarnos a nosotros mismos y cuidar de nuestro propio cuerpo, mente y alma?

Y este es solo un ejemplo el que te doy, pero como te dije al inicio, tengo muuuuchos más. ¿Cuántas veces nos exigimos y nos llevamos a trabajar horas y horas sin parar hasta el punto en que la cabeza nos queda mareada y ya no podemos ni coordinar dos palabras?

En esos años de mucha autodestrucción y cero autovaloración, me obligaba a trabajar, incluso, hasta 12 o 15 horas por día, y tenía que parar porque el brazo me temblaba de tanto teclear y, con las pocas fuerzas que me quedaban, lo único que podía hacer era tirarme a la cama a dormir y esperar a comenzar un nuevo día, igual que el anterior…

El exterior es un reflejo del interior

Me llevó años entender que todos mis problemas externos venían desde dentro. Y habría dado cualquier cosa por descubrir esto antes. No sabía cómo comenzar a cuidar de mí misma, nadie me enseñó cómo hacerlo. Poco a poco, fui encontrando el camino, y hasta hoy, puedo decir, todavía estoy aprendiendo...

Es más fácil ver lo que otros nos hacen y culparlos, exigirles que cambien y nos traten mejor, pero si giramos el espejo y nos miramos a nosotros mismos, ¿qué nos estamos haciendo a nosotros mismos? ¿Cuáles son esas acciones, esos hábitos que repetimos todos los días que nos llevan a esa autodestrucción y nos alejan de la autovaloración?

La clave es ir hacia adentro

Cuando miramos directamente a nuestras propias pupilas y nos conectamos con nuestra alma, nos damos cuenta de que no necesitamos nada más que reconocer su valor, aceptarla tal y como es, y abrazarla respetándola en cada acción que podamos tomar, preguntándonos: ¿lo que estoy a punto de hacer contribuye a mi autovaloración? ¿Me sentiré mejor después de eso? ¿O simplemente sentiré la euforia del momento que terminará en autodestrucción de nuevo?

Un ejercicio que me ayudó a comenzar a cuidarme es el “reparenting”, es decir, convertirme en mi propia madre, mi propio padre. ¿Qué necesité de ellos que no pudieron darme porque no sabían cómo hacerlo? Bueno, entonces, este es mi momento para dármelo a mí misma...

Cómo aplicar el reparenting

Aquí te dejo algunos ejercicios que yo misma hice para empezar a cuidar mejor de mí. Como te digo, es necesario tomar responsabilidad de nuestras vidas y empezar a hacer aquello que necesitamos para tener una vida más grandiosa.

Ya no da más seguir echando culpas y mirando lo que no nos dieron. Eso solo nos estanca y nos deja en el mismo círculo vicioso, mordiéndonos la cola. Es hora de madurar, hacernos grandes y actuar:

Lista de maternaje: haz una lista de reglas y límites para ti mismo acerca de las cosas que podrías hacer para mejorar tu alimentación, tu sueño, tu salud en general; crea disciplina y también recompénsate cuando cumplas la tarea.

Reflexión consciente: Reserva tiempo cada día para reflexionar sobre tus pensamientos y sentimientos. El journaling puede ser particularmente poderoso, ya que ayuda a externalizar y examinar tus procesos mentales.

Comunicación positiva: Practica mejorar la comunicación contigo mismo y con los demás con amabilidad y claridad. Las palabras tienen poder; úsalas para elevar e inspirar. “Sé Impecable con tus palabras” (Miguel Ruiz).

Curiosidad y aprendizaje: Cultiva una mente curiosa. Involúcrate en actividades que desafíen tu intelecto y expandan tus horizontes. El aprendizaje es un viaje de toda la vida.

Respiración y meditación: Incorpora ejercicios de respiración y meditación para calmar la mente y conectarte con tu ser interior. La quietud puede revelar los susurros de sabiduría a menudo ahogados por el ruido mental.

Lista de valoración: Haz una lista de 100 cosas que te gustan de ti mismo. Agrega una palabra cada día, date permiso para amarte a ti mismo y empoderarte cada día. Pregunta a tus amigos y a las personas de tu círculo íntimo qué es lo que aman de ti. Pídeles que sean genuinos y te den ejemplos de cosas que hiciste y que realmente apreciaron. Recuerda, nadie es perfecto, pero todos traen luz a la vida de alguien.

“Tú mismo, tanto como cualquier otra persona en el universo entero, mereces tu amor y afecto” (Buda)

Mensaje del Universo

Mercurio estará muy activo esta semana conectando con Urano, Neptuno, Lilith, Plutón, e incluso cambiando su vestimenta, ya que ingresará en Leo. Así que aprovechemos el mensajero celestial de los dioses, conocido por su energía rápida y dinámica.

Mercurio gobierna el intelecto, la comunicación y el funcionamiento interno de nuestra mente. De hecho, es la lente con la que vemos la realidad. Al sintonizarnos con las vibraciones de Mercurio, podemos obtener una profunda visión de nuestros procesos mentales, fomentando una mayor autoconciencia y claridad en nuestras vidas.

La energía de Mercurio encarna la velocidad, la adaptabilidad y el rigor intelectual. Nos anima a explorar nuestros pensamientos, cuestionar nuestras creencias y articular nuestras verdades con elocuencia y precisión. Cuando nos armonizamos con la energía de Mercurio, abrimos una puerta a una comprensión más profunda y una mayor conciencia de nuestro paisaje mental.

A menudo, la batalla entre la autovaloración y la autodestrucción se desarrolla en los corredores de nuestra mente. Mercurio nos enseña que la claridad de pensamiento es nuestro mayor aliado en esta lucha. Al ser conscientes de nuestro diálogo interno, podemos identificar patrones negativos y reemplazarlos con afirmaciones de autovaloración y positividad.

El universo siempre está en diálogo con nosotros. La energía de Mercurio es un recordatorio de que tenemos el poder de moldear nuestro paisaje mental y forjar un camino hacia el autoempoderamiento y el optimismo.

Te dejo una frase clave para que reflexiones: “A través de la claridad de pensamiento y la reflexión consciente, abrazo mi autovaloración y trasciendo la autodestrucción”.

Mis mensajes

Toma un bolígrafo ahora y escribe en los próximos 10 minutos hasta 30 cosas que te gustan de ti mismo. Haz de esa lista tu lectura diaria y continúa hasta llegar a 100. Pregunta a tu familia, a tus amigos, a tus colegas, qué es lo que aman de ti y agrégalo a la lista. Cuando tengas dudas sobre tu valor, acude a esta lista y celebra la dignidad y la brillantez de ti mismo.

Te invito a ver el nuevo episodio del Podcast que he creado con mi amiga Kira Versus – Harmony In Contrasts, que habla acerca de este tema, y a convertirte en uno de nuestros Versus Visionaries para recibir más sugerencias sobre cómo nosotras lidiamos con la autodestrucción y reforzamos la autovaloración; te dejo el enlace aquí.

¡Y cuando tengas esa lista, simplemente danos una señal! Podés escribirnos y contarnos cómo te has sentido luego de crearla.

Además, si querés estar al tanto de toda la energía de esta semana en más profundidad, podés escuchar el audio que preparo todos los lunes para Telegram aquí.