Alquimista Espiritual
Published on

La aceptación

Authors
  • avatar
    Name
    Victoria Farina
    Twitter
ocean

Un acto psicomágico que nos hace libres

La semana pasada estuve muy en modo introspección, enfocada en mi proyecto personal y sintiendo mucho mi cuerpo y mis emociones.

Y hay algo en particular que me ha venido muy fuerte y no para de rondarme hasta hoy, por eso quiero dejarlo asentado aquí en mi blog. Se trata de la famosa Aceptación...

Quiero contarte un episodio de mi vida en el cual me sentí paralizada, congelada en el tiempo y totalmente adormecida.

Hace 11 años me separé, fue un proceso doloroso porque no me esperaba que terminara así. Dejé mi casa y volví a vivir con mis padres, en mi antigua habitación. Durante esos meses me dediqué a encerrarme en ese cuarto y trabajar sin parar, era algo que me permitía anestesiarme de la realidad que estaba viviendo, al mismo tiempo que ganar dinero y, obvio, escaparme de tener que enfrentar el mundo exterior.

Digo escaparme del mundo exterior porque en aquel momento estaba siendo particularmente duro enfrentarme a él. Era un tiempo en el que todas mis amigas se estaban casando y teniendo hijos, incluso en mi familia también, y lo que yo sentía era que ellos no podían comprender lo que yo estaba sintiendo y experimentando. ¿Qué contraste tan duro no? Todos a mi alrededor construyendo vida, mientras que al mismo tiempo yo destruía la mía.

Esto sucedió durante algunos meses, tengo que decir que soy una persona muy afortunada y mis procesos emocionales son muy fuertes pero muy rápidos, o al menos eso me han dicho siempre mis terapeutas. Pero lo que quiero contarte hoy es una situación en particular que ocurrió en uno de esos días y que fue lo que me llevó a vivir de nuevo.

Un día, una de mis primas entró en mi cuarto, me miró, yo estaba trabajando, sumida en mi computadora como siempre, y luego miró hacia el suelo y vio mi valija. Llevaba meses allí sin ser desarmada. Me había habituado a vestirme y luego volver a guardar toda la ropa allí adentro, estaba intacta como el día en que llegué allí.

Recuerdo la mirada de mi prima, que divagaba entre yo y mi valija. Me miró fijo, miró la valija, me volvió a mirar a mí y recuerdo que me dijo: "Basta, esto es hasta hoy". Yo no entendía nada, pero luego de unos segundos se lanzó al piso y comenzó a sacar toda la ropa de allí. Mientras la veía desarmar la valija, comencé a llorar desconsolada, y ella mientras me decía "basta de tener todo esto acá, no podés vivir con la ropa acá metida, es hora de que aceptes que ahora estás acá"...

Mirando en retrospectiva, durante ese período duro de mi vida, hoy puedo observar que fue ese acto psicomágico que me regaló mi prima lo que me ayudó a descongelarme. Fue la aceptación de esa circunstancia lo que me permitió salir de ese lugar y seguir con mi vida. Hasta ese momento seguía presa a una vida que se había terminado y me había quedado paralizada, suspendida en el tiempo y atrapada como entre dos dimensiones sin poder salir de allí.

A partir de ese día, volví a vivir de nuevo. Comencé a salir otra vez, conocer personas, juntarme con mis amigas, incluso fue a partir de allí que empecé a viajar como nómada digital, primero dentro de mi país, por diferentes ciudades, hasta que luego me aventuré al exterior.

Hoy puedo ver lo importante que fue aceptar la situación tal cual era para poder seguir adelante. Porque, siendo bien sincera, creo que en ese momento estaba incluso esperando que todo volviera a ser como era, que la vida que antes tenía volviera, que se acomodara de nuevo, por más que la estuviera pasando fatal en esa relación. Es muy incoherente y absurdo, pero en ese momento era así.

La aceptación es un acto de amor propio que nos permite abrazar nuestras circunstancias presentes con compasión y valentía. Al aceptar lo que es, liberamos la resistencia interna y nos abrimos a la posibilidad de transformar nuestra realidad desde un lugar de paz y equilibrio.

Aceptar no implica resignarse pasivamente, sino reconocer la verdad de nuestro momento presente y tomar decisiones conscientes para avanzar hacia un futuro más alineado con nuestros deseos y valores.

Cuando nos permitimos aceptar, liberamos el peso del pasado y nos enfocamos en construir un presente y un futuro lleno de posibilidades y crecimiento.

La aceptación nos brinda la libertad de ser auténticos, de fluir con la vida y de cultivar una profunda conexión con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

¿Qué me dirías si hoy te pregunto: en qué aspectos de tu vida te estás resistiendo y cómo podrías practicar la aceptación en cuanto a ellos? ¿Cómo te sientes al permitirte aceptar lo que es sin juicio alguno? ¿Esa aceptación te brinda una sensación de paz y liberación?

Espero que, si estás leyendo esto, te resuene y te sirva para también aceptar lo que sea que necesites aceptar y que puedas seguir adelante con tu vida. Como te cuento, el aceptar que mi vida se había caido a pedazos y ya no me quedaba nada más fue lo que me dio la oportunidad de crear una nueva vida más alineada con mi verdadera esencia...