Alquimista Espiritual
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Unión de lo masculino y lo femenino

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    Victoria Farina
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Clave para la armonía social

Nota de inclusividad

Quiero empezar por decir que, aunque en este artículo me refiero a veces a “mujeres vs. hombres”, deseo enfatizar que mi enfoque está en las energías femeninas y masculinas que todos llevamos dentro, independientemente de nuestras identidades de género. La energía femenina se manifiesta como recepción, intuición, vulnerabilidad, nutrición y sensibilidad, mientras que la energía masculina se expresa como acción, límites, fuerza y avance.

Reconozco y valoro la diversidad de identidades de género y las múltiples formas en que cada individuo puede integrar y expresar estas energías. Mi intención es fomentar una comprensión más profunda y un equilibrio armonioso de estas energías dentro de todos nosotros.

Competición entre roles tradicionales

La eterna competición entre hombres y mujeres ha sido un tema recurrente en nuestras sociedades. Este conflicto no solo se observa en los roles tradicionales de género, sino que también se refleja en nuestras percepciones y comportamientos diarios. Sin embargo, una mirada más profunda nos revela que esta separación es una construcción social que nos aleja de una convivencia armoniosa y equilibrada.

En este artículo, exploraremos cómo las energías masculinas y femeninas, cuando se integran, pueden potenciar nuestro crecimiento personal y el desarrollo de una sociedad más equitativa.

La crianza y su impacto en las energías de género

Desde temprana edad, los niños y las niñas son criados con diferentes expectativas y roles basados en su género. Frases cotidianas como “los niños no lloran” y “las niñas deben ser delicadas” refuerzan estas normas y limitan la expresión de sus energías innatas. Esta rígida separación no solo perpetúa estereotipos, sino que también impide una integración saludable de las energías masculinas y femeninas en cada individuo.

Historia del surgimiento del patriarcado

Para hablar de esta separación y de los roles y estereotipos que se perpetúan, tenemos que remontarnos al pasado.

El patriarcado tiene sus raíces en las primeras sociedades agrícolas de la humanidad. Antes de eso, en las sociedades de caza y recolección, las relaciones de género eran más equitativas. Sin embargo, con el desarrollo de la agricultura y la propiedad privada, surgió la necesidad de proteger y heredar la tierra y los bienes.

Este cambio condujo a la consolidación de estructuras jerárquicas donde los hombres tomaban roles dominantes en la familia y la sociedad. La figura masculina se convirtió en el protector y proveedor, mientras que las mujeres eran relegadas al ámbito doméstico.

Este desplazamiento y subordinación de lo femenino estableció las bases del patriarcado, un sistema que ha perdurado y evolucionado por milenios, influyendo en las dinámicas de poder y género hasta nuestros días.

Reflexión sobre el dolor femenino y el patriarcado

Es importante reconocer el dolor que las mujeres hemos sentido debido al patriarcado. A través de siglos de sumisión y opresión, las mujeres hemos experimentado sufrimiento y, luego, resentimiento, lo cual ha incrementado la separación entre los géneros.

Entre otras cosas, esto ha provocado que busquemos refugiarnos entre nosotras, creyendo que, al alejarnos, esto nos protege de los hombres, y ha hecho que sintamos que ellos no pueden comprendernos, que son peligrosos y que pueden lastimarnos.

Pero esta separación no solo afecta a las mujeres, sino que también perpetúa un ciclo de desequilibrio. Si bien es fácil atribuir toda la culpa al hombre, vale la pena reflexionar sobre si ellos también son víctimas del mismo sistema que oprime a las mujeres. Los hombres también están sujetos a expectativas rígidas y roles limitados que les impiden expresar plenamente su energía femenina.

Entonces, ¿es el hombre el verdadero culpable, o es también una víctima del patriarcado al igual que la mujer? Esta es una pregunta fundamental que necesita ser explorada para avanzar hacia una verdadera integración y equilibrio entre las energías masculinas y femeninas.

Reflexión sobre el matriarcado y la polarización

En este contexto, es igualmente relevante discutir el matriarcado. Si bien la idea de un sistema matriarcal puede parecer una solución justa, esto también conlleva sus propios desafíos. Posicionarse únicamente en el matriarcado generaría simplemente otra forma de polarización en lugar de buscar una solución equilibrada. Tanto el patriarcado como el matriarcado tienden a inclinar la balanza hacia un extremo, perpetuando un ciclo de dominación y sumisión, simplemente invirtiendo los roles, así como lo podemos ver en la película francesa “No soy un hombre fácil ”.

Para lograr una igualdad y equilibrio genuinos, no debemos aspirar a reemplazar un sistema dominante por otro, sino a integrar armoniosamente las energías masculinas y femeninas, empezando por nuestro interior. Esto implica reconocer que ambas tienen valor y contribuciones únicas que ofrecer. Sólo a través de esta integración podremos alcanzar una sociedad realmente equilibrada y justa, donde ni el patriarcado ni el matriarcado dominen, sino que prevalezca una colaboración equitativa.

Energías masculinas y femeninas

El enfoque en las energías nos permite comprender que tanto la masculinidad como la feminidad tienen valores y habilidades que son esenciales para todos. La energía femenina se caracteriza por la sensibilidad, la intuición y la vulnerabilidad.

Por otro lado, la energía masculina se asocia con la acción, la fuerza y la capacidad de tomar decisiones. Pero cuando limitamos a nuestros niños y niñas a los estereotipos de género, perdemos la oportunidad de desarrollar estas cualidades en su totalidad. Y lo peor, hacemos que se desconecten de su naturaleza y esencia más pura, y que comiencen a crear máscaras y personajes para adecuarse a esa realidad.

El dolor de la separación

Aquí es donde quiero compartir una experiencia personal. Hace años atrás, cuando vivía en Brasil, comencé a estudiar chamanismo. Participaba de vivencias con tambor y también hacíamos temascal.

En una de esas ocasiones, mientras nos preparábamos para comenzar el temascal y charlábamos en grupo, recuerdo que estaba rodeada de varias mujeres que hablaban de que podríamos juntarnos más seguido. Mientras tanto, el chamán que organizaba la ceremonia estaba a unos pasos de nosotras y escuchaba la conversación.

En un momento, una de las mujeres dijo “pero que solo seamos mujeres, organicemos juntarnos solo mujeres”. En ese instante, el chamán se acercó y nos preguntó: ¿por qué yo no podría participar? Si quisiera participar, ¿por qué solo pueden estar mujeres?

En ese momento, se me estrujó el corazón. Vi en su mirada una mezcla de incomprensión con un deje de tristeza. Fue la primera vez que realmente tomé consciencia del daño que hacen esas separaciones.

¿Por qué tenemos que seguir separándonos? ¿Por qué seguimos pensando que es mejor excluir al hombre? ¿Será que pensamos que el hombre no nos va a entender y no tiene la capacidad para conectar con nosotras? ¿Será acaso que seguimos teniendo miedo de hablar “ciertas cosas” delante de ellos y por eso nos aislamos? ¿Cómo van a aprender a comprendernos si no les damos la oportunidad de mostrarles cómo hacerlo?

La herida no sanada sigue doliendo

Podría pensar que eso pasó hace mucho tiempo, de hecho, 8 años atrás, y que hoy ya no es así, pero lamentablemente, lo he vuelto a experimentar. A lo largo de estos últimos años, esa situación volvió a repetirse.

En una ocasión, yo era una de las organizadoras del grupo y cuando la otra organizadora sugirió excluir a los hombres, tuve la oportunidad de decir “no, yo elijo incluirlos”. Si deseo tener hombres conscientes, vulnerables y empáticos en mi vida, ¿por qué no abrazarlos y enseñarles lo que sabemos en vez de excluirlos y aislarnos?

No te creas que esto fue fácil. Como acompañante en BNE® que soy, necesité ir a las entrañas de mis sombras para descubrir por qué creaba esta realidad a mi alrededor, y lo que encontré fue dolor en mi linaje, un dolor muy grande y profundo hacia la figura del hombre que, con paciencia y compasión, comencé a sanar de a poco.

Hacer la inversión de pensamiento y sanar nuestra percepción es imprescindible para construir un mundo mejor. Esto lo he vuelto un hábito en mi vida y es lo que siempre transmito a mis consultantes: si yo tomo consciencia de para qué estoy creando esa realidad y cambio mi percepción de esa historia que me cuento, mi realidad cambia.

Comprender que los demás no me hacen nada, sino que es mi información inconsciente que hace que yo atraiga determinadas situaciones a mi vida me da la oportunidad de liberarme de mi prisión mental, modificar mi historia y comenzar a atraer otro tipo de experiencias, más alineadas con lo que realmente deseo.

El camino del medio es la integración de las polaridades

Creo firmemente que cada uno tiene cualidades extraordinarias que pueden ser muy útiles para el otro. Si, en vez de crear esa división, nos dedicáramos a sanar nuestras heridas personales y luego juntáramos fuerzas y nos ayudáramos mútuamente a aprender lo que cada uno tiene para compartir, ¿no seríamos una potencia increíble?

Sigo viendo hombres sin un espacio para compartir su sentir; de hecho, hoy, antes de sentarme a escribir este artículo, conversaba con una amiga que me confesó que su pareja, al escucharnos hablar, le preguntó: ¿pero cómo es que tu amiga sabe todo de ti? Yo no tengo con quien hablar así”.

No es que a la mujer esto no le suceda, pero por naturaleza, la mujer tiene más facilidad para abrirse y contar lo que siente; entre amigas nos escuchamos, nos abrazamos, lloramos juntas, luego nos reímos. Pero debido a los condicionamientos, todavía hay hombres que no se permiten contarles a otras personas, incluso a sus amigos, sus sentimientos más profundos, y ni pensar llorar delante de ellos.

El secreto está en deconstruir todo lo que nos han enseñado. Somos seres sintientes y hasta que no nos permitamos sentir sin vergüenza del qué dirán, nos será difícil conectar con lo profundo de nuestro corazón, donde está el origen de todo.

De la misma manera, siguen habiendo mujeres que no logran poner límites y salir al mundo con fuerza, determinar lo que desean y lo que no, y comunicarlo de manera asertiva, todas características de la energía masculina que también nos han cuartado de niñas.

En mi caso, esta es una de las cosas que más me ha costado, poner límites y decir “no”, ser asertiva y comunicar lo que deseo. Para lograr hacerlo, he tenido que hacer un trabajo de aceptación del hombre, de aceptación de mi padre e integrarlo en mi vida. Tuve que eliminar el juicio que tenía hacia él, que es lo que, al final, me impedía incorporar esa fuerza en mi interior, pues porque si lo hacía, “sería como él”, y eso no me lo permitía.

De la polarización a la integración

Ahora, esto no se trata de ver quién es más fuerte, se trata de comprender que dentro, cada uno de nosotros, tenemos energía femenina y masculina que necesita ser equilibrada.

Al integrar estas energías, podemos crear una sinergia poderosa en nuestra vida. Las personas con energía masculina predominante que se permiten conectar con su sensibilidad y vulnerabilidad desarrollan una comprensión más profunda de sí mismos y de los demás, lo que les permite formar relaciones más auténticas y empáticas.

De manera similar, las personas con energía femenina predominante que abrazan su fuerza y capacidad de acción encuentran el coraje para establecer límites claros y tomar decisiones firmes, lo que les permite manifestar sus sueños y aspiraciones.

Beneficios para la sociedad

La integración de estas energías no solo beneficia a nivel personal, sino que también promueve una sociedad más equilibrada y justa. Una comunidad que valora tanto la empatía como la acción, la intuición como la lógica, es una comunidad que puede enfrentar desafíos con una perspectiva más amplia y creativa. Además, este equilibrio fomenta el respeto mutuo y la equidad, reduciendo la brecha de género y promoviendo la igualdad.

Me abrazo y nos abrazo

Para avanzar hacia una sociedad donde las energías masculinas y femeninas se integren de manera equilibrada, es esencial que reconozcamos y abordemos estas dinámicas de género desde una perspectiva más inclusiva y comprensiva.

Un buen primer paso podría ser comenzar a cuestionar y desaprender las normas de género que nos han sido inculcadas. Esto no solo permitirá una mayor flexibilidad y libertad para cada individuo, sino que también fomentará un ambiente donde todas las personas puedan conectarse plenamente con todas las facetas de su ser.

El odio y la competencia entre géneros son obstáculos obsoletos; la verdadera equidad reside en la integración y el respeto mutuo.

Recursos y herramientas

Quiero compartir algunos recursos para que te conectes con estas energías y logres expresarlas:

*Ejercicio para crear equilibrio y sanación

Diálogo sanador: Participa en una conversación sincera con alguien del género opuesto. Crea un espacio seguro donde ambos puedan expresar vulnerabilidades y heridas pasadas sin miedo al juicio o al rechazo. Este intercambio mutuo puede catalizar una comprensión y empatía profundas.

Visualización sanadora: Encuentra un lugar tranquilo para meditar. Visualiza la cálida y dorada luz del sol iluminando tu corazón y su poder sanador aliviando tus heridas pasadas. Imagina delante de ti dos sillas enfrentadas, en una de ellas invoca a tu energía masculina para que se siente, y luego invoca a tu energía femenina para que se siente en la otra silla. Permite que tengan un diálogo amable, que cada una exprese sus necesidades e inquietudes, y al terminar el diálogo, imagina cómo esa luz dorada del sol se expande para abarcarlas, creando un equilibrio armonioso.

Actividades para fomentar la empatía: Participa en actividades que requieran colaboración y comprensión, como ejercicios por parejas en talleres donde se fomente la empatía o proyectos creativos en grupos mixtos. Estas actividades resaltan las fortalezas de ambos géneros y fomentan el respeto y la apreciación mutuos.

Técnica sencilla para expresar emociones: Una forma efectiva de comenzar a integrar las energías masculinas y femeninas es practicando la comunicación abierta y honesta con tu entorno. Para esto, te sugiero una técnica simple pero poderosa que me compartió mi amigo Jonas. Puedes sentarte frente a la otra persona, elegir un objeto —como un bolígrafo— y sostenerlo en la mano. Explica a la otra persona que mientras sostienes el bolígrafo, no deseas ser interrumpido.

El propósito es poder expresarte de manera libre y sin interrupciones. Una vez que termines, pasarás el bolígrafo para que la otra persona tenga su oportunidad de hablar y compartir sus emociones y pensamientos. Esta práctica fomenta la empatía, la escucha activa y el respeto mutuo, permitiendo que ambos se sientan escuchados y comprendidos.

Mensaje del Universo

Te dejo esta frase clave para la semana: “Si sanamos juntos, prosperamos juntos”

A medida que el Sol se armoniza con Quirón en un poderoso trígono, el universo proporciona un terreno fértil para la sanación y el cuidado de nuestros aspectos heridos. Esta alineación celestial es un faro que nos guía hacia una profunda comprensión y unidad entre todos los seres humanos al abordar y sanar la división en lugar de permitir que crezca.

Consejo poderoso: Esta energía de trígono nos empodera para iluminar las heridas pasadas, aprender de ellas y sanar juntos. Al reconocer tanto las perspectivas masculinas como femeninas, podemos transformar nuestro dolor colectivo en una fuente de fortaleza y sabiduría.

Esta alineación nos invita a abrazar nuestra humanidad compartida, reconociendo que sanación y prosperidad son procesos que se realizan mejor juntos. Al integrar las lecciones de la consciencia del Sol y la sanación de Quirón, podemos cerrar las brechas y construir un futuro donde todas las personas crezcan más fuertes juntos.

Mis mensajes

Te invito a que esta semana programes una conversación de 30 minutos, sin interrupciones, con alguien del género opuesto. Anímale a crear un espacio seguro y abierto para el intercambio mutuo, siguiendo los principios de vulnerabilidad y no juicio.

También te invito a ver el episodio del Podcast Versus – Harmony In Contrasts, en el cual, junto a Kira y Jonas, hablamos acerca de este tema; te dejo el enlace aquí.

Además, si querés estar al tanto de toda la energía de esta semana en más profundidad, podés escuchar el audio que preparo todos los lunes para Telegram aquí.