- Published on
¿Quién quiero ser en una relación?
- Authors
- Name
- Victoria Farina
En el artículo anterior te hablé sobre la responsabilidad afectiva y te mencioné algunos indicadores que podemos utilizar para determinar si estamos siendo responsables en nuestras relaciones o no.
Esta semana quiero hablarte sobre la irresponsabilidad emocional. No soy ni mucho menos experta en este tema, pero sí quiero hablarte desde mi propia vida, ya que he tenido muchas malas experiencias y hace más de una década que vengo haciendo mi trabajo personal con el objetivo de cultivar una mejor relación, no solo conmigo misma, sino también con los demás.
Lo que espero recibir vs. lo que doy
Por lo general, estamos siempre esperando cosas de los demás, pendientes de si nos dan o no nos dan y, muchas veces, en función de eso, actuamos. Pretendemos que el otro cambie y que nosotros no tengamos que hacer nada; la culpa siempre es del otro. Lo que muchas veces se nos escapa es que, en una relación, la responsabilidad es de ambas partes.
Y cuando me olvido de esto, y comienzo a actuar de manera inconsciente en función de mis patrones, mis programas, mis creencias, lo que sucede es que termino haciendo cosas que generan dolor, tanto para mí como para la otra parte.
Irresponsabilidad afectiva
Quiero mencionarte algunos comportamientos que nos hacen caer en irresponsabilidad, algunos son más leves que otros, pero la idea es reflexionar al respecto. Esto no es para juzgarnos ni sentirnos culpables. Mi intención es simplemente traer a la conciencia estas actitudes y que, si realmente queremos tener mejores relaciones, vayamos trabajando y aprendamos de ello.
Algo que sí quiero recordarte es que, desde la consciencia de unidad, el otro no existe, entonces siempre soy yo proyectándome en el exterior. Esto quiere decir que, si yo experimento alguna de estas situaciones, en algún otro momento o en alguna otra área de mi vida yo hago lo mismo…
Ghosting
El primer comportamiento que quiero mencionarte es el Ghosting, que literalmente significa “desaparecer como un fantasma”. Es un comportamiento que hoy está muy de moda y genera dolor.
Consiste en simplemente dejar de hablarle a una persona, dejar de responder, desaparecer sin dejar rastro. Nilda Chiaraviglio afirma que esta conducta surge de una baja autoestima y de una necesidad de ser escuchado y ser visto o admirado debido a un vacío interior muy grande, pero cuando obtiene esto, al cabo de un tiempo, como el vacío sigue allí, la persona desaparece y busca a alguien más con la fantasía de que llene ese vacío.
Lo interesante es que, si yo atraigo a una persona a mi vida con estas características, como te dije antes, esto quiere decir que yo también tengo esas características. Si yo comienzo una relación desde el vacío interno, el resultado seguirá siendo vacío. Aquí puedo preguntarte, como nos recomienda Nilda, ¿yo qué necesitaba en mi vida en ese momento? ¿para qué se fue esa persona?
Me gustaría mencionar mi experiencia personal acerca de esto. Si bien me han hecho Ghosting muchas veces, he tenido que reconocer que yo también lo he hecho, y haciendo mi reflexión personal, he llegado a la conclusión de que fue la única forma que encontré en esos momentos de salir de relaciones en las que no sabía colocar límites.
La semana pasada te conté que es muy importante saber poner límites sanos y que esto era algo que me costaba mucho hacer. Mi patrón era dar absolutamente todo lo que tenía, como dice Nilda, desde ese vacío interior que sentía, pero luego se volvía perjudicial, ya que no sabía decir “no” y, por ende, llegaba a desgastarme al punto de sentir que ya no tenía más nada que dar. Cuando llegaba ese punto, el Ghosting era mi única salida, ya que también me faltaba asertividad y no lograba encarar la situación de frente.
Zombing
Este término tiene conexión con el Ghosting. Luego de que una persona desaparece sin dejar rastros, a veces, vuelve como si nada hubiera sucedido… ¿te ha pasado o te resuena?
La persona deja de responder y de escribir y, de repente, al cabo de un tiempo, decide volver a escribir preguntando cómo estás, si quieres salir, etc., pero sin dar ninguna explicación de nada y sin siquiera mencionar el tema. Y puede que incluso se haga la desentendida si le mencionas su desaparición o “te dé vuelta la tortilla”.
Esto es más común de lo que creemos e, incluso, le ha sucedido a una de mis amigas hace un par de semanas atrás. Lo que puedo decirte es que, si desapareció, aunque aparezca de nuevo, es probable que vuelva a hacer lo mismo, a menos que se trabaje el problema de raíz…
Relaciones abiertas por decisión unilateral
Las relaciones abiertas son cada vez más populares y no tengo nada en contra de ellas. El conflicto surge cuando esa relación abierta se da por decisión unilateral, es decir que solo una de las partes decide que será así y la otra parte no tiene conocimiento de ello.
A esto, quiero decirte, se le llama infidelidad. Desde el momento en que yo tomo la decisión de abrir mi relación sin que mi pareja lo sepa, ya estoy faltando a los indicadores que te mencioné en el artículo anterior, ya que no soy respetuosa con la pareja que tengo, no ha sido un acuerdo mutuo ni soy empática con las necesidades de mi pareja, sino que solo pienso en las mías.
Aquí puedo preguntarme ¿qué está sucediendo dentro de mí? ¿será que, como dice Nilda, siento ese vacío interior que espero que mi pareja llene y que, como no lo llena, busco a alguien más? ¿será que tengo miedo de estar sola y por no salir de esa relación busco otra fuera que me complete lo que no logro completar en casa?
En varias oportunidades me ha sucedido de conocer a alguien y al cabo de un par de veces de salir para conocernos, me ha confesado que tenía “varias relaciones abiertas”. Aquí la responsabilidad está en ser sincero, de manera que la otra persona pueda elegir qué hacer con ello. Gracias a que esa persona me lo dijo, yo pude elegir y salir de allí porque no era lo que yo quería para mí, además de que pude reconocer mi proyección y trabajar en ella.
Recordemos que no existe ni el bien ni el mal, pero sí resultados constructivos o destructivos, y es eso lo que debemos tener en cuenta al momento de tomar decisiones. Al final, todo se resumen en una cosa: amor propio. Hasta que yo no decida hacer mi trabajo personal y sanar esa carencia interna, ni nada ni nadie fuera me llenará.
Y esto que te cuento va de la mano del próximo comportamiento…
Benching
El Benching se da cuando una persona está en una relación, pero a su vez tiene a otra persona “sentada en el banquito”. Es como si esa persona fuera “de reserva”, un “suplente”, está allí esperando a que, quizás, algún día, la elijan a ella.
Muchas veces la persona que ya tiene una relación hace promesas falsas, afirma que su relación va mal o que no se ven nunca y no es feliz, y genera una esperanza en la persona que decide seguir allí esperando.
Acá podemos observar la falta de valoración y autoestima que ambas personas tienen. Nunca me pasó esto en concreto, pero sí me ha tocado estar en la situación de que una persona no se decidía si estar conmigo, e iba y venía. Lo que puedo decirte es que esto es una tortura que solo te lleva al sufrimiento y a más baja autoestima.
Quiero decirte que, si estás viviendo esto, no te quedes esperando, trabajá tu valoración propia, amate fuerte y profundo, y salí de ese banco. En el momento en que yo me quedo “esperando” a que alguien me elija, algo me suceda, algo me llegue, el mensaje que le estoy enviando al campo cuántico es “esperar” y, por ende, eso nunca llegará. Te merecés una persona a tu lado que te dé atención, respeto y te valore.
Stalking
Este comportamiento es bien famoso y consiste en espiar, perseguir o, incluso, acosar a alguien, ya sea por Internet, por teléfono, en persona, etc. Ya he vivido esto en ambas polaridades, ya que sí confieso haber “espiado” la cuenta de alguien que en su momento era de mi interés, pero también he sufrido acosos y persecuciones, y esto no es para nada agradable.
La reflexión que podemos hacer es ¿para qué necesito hacer esto? ¿qué gano con espiar a alguien? ¿si esa persona me interesa, por qué no directamente le escribo y veo qué sucede? O bien, ¿para qué me pasa esto? ¿cuál es esa información inconsciente que me rige y hace con que atraiga estas experiencias a mi vida?
Haunting
Este comportamiento es parecido a Stalking. Se da cuando una persona que antes formaba parte de mi vida ya no está, pero vuelve a aparecer dejando “Me gusta” en mis publicaciones. A través de esta actitud, la persona muestra que sigue presente, aunque no escriba ni haya conversaciones reales. Puede parecer inofensiva, pero en ocasiones genera esperanza y falsas ilusiones, dependiendo de la situación.
Breadcrumbing
Finalmente tenemos el Breadcrumbing, comportamiento por el cual una persona le va “dejando migas de pan” a otra para que esta siga pendiente. Puede enviar mensajes o hacer promesas de que pronto se verán, que la relación ya va a formalizarse, que está todo bien y con esto demuestra su interés. Pero al final, nada de eso sucede y esta situación puede alargarse.
Hace un par de años atrás me sucedió esto. Conocí a alguien por Internet, la primera semana hablábamos mucho, la segunda semana los mensajes fueron cada vez menos y llegó un punto en que una vez cada 10 días enviaba un mensaje diciendo que había estado muy ocupado, pero que ya nos iríamos a conocer. Cada vez que yo le proponía un plan para conocernos en persona, lo cancelaba porque estaba con mucho trabajo, se había enfermado o le surgía una reunión familiar. Eso se prolongó durante más de 2 meses hasta que pude darme cuenta y corté la conversación.
Consciencia y coherencia
Como te dije al inicio, la intención de este artículo es que tomemos consciencia de nuestras propias actitudes, de que trabajemos sobre nuestro amor propio, nuestra valoración, nuestro autorrespeto, más que estar exigiendo de los demás.
Hace años atrás, yo no tenía ni la mitad de la consciencia que tengo hoy y me era más fácil caer en esto. Hoy, cada vez que voy a relacionarme con alguien, sea en el ámbito que sea, mentalizo esta información y me repito a mí misma “no hagas lo que no quieres que te hagan”. Hay veces que me sale mejor, y a veces que vuelvo a caer; lo importante es darse cuenta y trabajar para cambiarlo, por eso siempre me pregunto a mí misma: ¿quién quiero ser en una relación?
Y de la mano con la consciencia viene la coherencia. Si yo ya sé lo que quiero, entonces mantengo mi objetivo en vista y no me desvío del camino, coherente con mi corazón, coherente con mis pensamientos, coherente con mis palabras y mis acciones… ¿y vos, ya sabés lo que querés y quién querés ser en una relación?
Si querés formar parte de mi comunidad de Telegram, podés ingresar aquí.
Y también podés leer el artículo aquí en Tiempo Consciente.