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Yo vs. Nosotros
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- Victoria Farina
El poder de la colaboración para el éxito colectivo
¿Qué pasaría si te dijera que en la salvaje montaña rusa de la vida, el poder de muchos puede potenciar la determinación de uno? Imagínate esto: tú, un lobo solitario cargando el peso del mundo, impulsado por pura determinación y un toque de terquedad.
Pero aquí está el giro de la trama: aunque ir solo puede parecer heroico, también puede agotar tus recursos más rápido que una ardilla con un café cargado y consumir tiempo como un perezoso en una carrera.
Entra el cambio de juego: pedir ayuda. Sí, así es. Traga ese orgullo, conéctate con tu comunidad y observa cómo el camino expreso hacia el éxito se despliega ante tus ojos. A veces, nos aferramos a la independencia por temor a ser una carga para los demás o por el deseo de demostrar nuestra destreza en solitario.
Pero, ¿qué pasaría si te dijera que la verdadera magia sucede cuando dejamos atrás el acto de llanero solitario y abrazamos el caos de la colaboración? Así que, querido lobo solitario, abandona la capa de autosuficiencia, sumérgete en la diversión del trabajo en equipo y deja que el poder de muchos te impulse hacia la victoria. ¿Quién dijo que el camino al éxito no podría ser una aventura emocionante, hilarante y salvajemente entretenida?
La soledad como sinónimo de libertad
El trabajo independiente es un viaje muy solitario. Me aventuré en él hace ya más de 10 años, cuando me recibí en la universidad y decidí que quería dedicarme a ser traductora en casa, con mis propios horarios y reglas.
Al inicio fue maravilloso, trabajaba como quería, donde quería, cuando quería y esto me dio una sensación de libertad absoluta. Y ni te cuento cuando me convertí en nómada digital, un título que hoy se usa mucho, pero que hace 10 años atrás no existía y que ni imaginaba lo que me podía ocasionar.
Decidir que quería comenzar a viajar por el mundo y llevar mi trabajo a cuestas me dio una autonomía increíble y esa sensación de libertad, pero al mismo tiempo, con el pasar de los años, también me acarreó consecuencias invisibles a simple vista.
La trampa de la libertad
El viajar sola y trabajar sola en casa me fue volviendo un “lobo solitario”. En el momento no me daba cuenta, pero cuando tomé consciencia de esto, pude observar que me costaba mucho compartir y hacer cosas con alguien más porque ya me había acostumbrado a hacerlo todo yo y a mi tiempo.
Siempre fui una persona muy sociable y carismática, pero llegó un punto en que ni siquiera se me pasaba por la cabeza invitar a alguien a participar de algún plan. Estaba ya tan integrado en mi mente que “estaba sola”, que cada vez que planificaba un plan, simplemente lo ejecutaba y no se me ocurría invitar a nadie más, o si alguien se sumaba igual, me generaba impaciencia al tener que ir “más lento”.
En un momento, comencé a recibir proyecciones, personas que me decían “oh, ¿cómo has ido o hecho tal cosa y no me has invitado?”. Y mi respuesta era asombro: “pues ni se me ha ocurrido”.
Todo comienza en la infancia
Durante mi trabajo de desarrollo personal, me fui dando cuenta que esto antes también lo hacía, pero con otras cosas. Por ejemplo, con mis propios conflictos o mi estado emocional, no los compartía con los demás y simplemente me encargaba de resolverlo yo sola.
Incluso comencé a investigar más en profundidad y fui a mi madre en busca de respuestas. Le preguntaba cómo era yo de chica y su respuesta fue que desde muy chiquita, yo siempre hacía todo sola. Que volvía de la escuela, almorzaba y, sin que nadie me dijera nada, simplemente me sentaba en la mesa a completar mis tareas en silencio sin pedir ayuda a nadie.
No te voy a mentir, esto fue tema de conversación en muchas sesiones terapéuticas, ya que tomé consciencia de que no sabía pedir ayuda en absoluto y esto me acarreaba dolor y conflictos. Mi grado de autosuficiencia era tal que, incluso pasándola mal y en desespero, buscaba la forma de arreglármelas sola antes de pedirle a alguien más que me diera una mano.
Y entonces, descubrí esas creencias que me estaban limitando, recordé esas frases que se quedaron en mi memoria y fueron moldeando mi identidad. La que más me marcó (y te la comparto porque espero que te ayude a detectar las tuyas si me estás leyendo y te sentís identificado) fue la frase de mi madre hace muuuuchos años atrás: “yo no me preocupo por vos, sé que podés sola”.
Si bien esta frase me dio confianza, fuerza y autosuficiencia, también trajo consigo implícitamente un problema: “si mi madre sabe que yo puedo sola, entonces tengo que poder sola para no preocuparla”. Y así fue como ese lobo solitario se estableció en mi mente y fue tomando cada vez más fuerza. Yo puedo sola era como un mantra que resonaba en mi interior…
Hasta que un día me di cuenta de que no podía sola…
Pues porque siempre llegan esos días en que la vida empieza a pasarnos por encima y nos damos cuenta de que hay que empezar a cambiar cosas. Tuve muchos de esos días y necesité enfrentar esa creencia y atreverme a reemplazarla por una nueva: “me permito pedir ayuda porque no puedo sola con todo”.
Fue una de las cosas más difíciles que tuve que aprender. Es tremendo para un lobo solitario darse cuenta de que no puede con todo. Me empecé a permitir decirle a los demás que necesitaba ayuda y la respuesta era “oh, ni me lo hubiera imaginado, es que siempre puedes con todo”.
Hasta el día de hoy sigo aprendiéndolo. Hay días que me sale mejor que otros, hay días que vuelvo a repetirlo y me doy cuenta después. Pero lo que sí pude comprobar es que ser vulnerable y pedir ayuda con humildad crea lazos y conexión mientras que la armadura protectora de la autosuficiencia genera desconexión y aislamiento.
De la autosuficiencia al trabajo en equipo
Hoy que estoy en el mundo del emprendimiento, donde los sueños chocan con la realidad, me doy cuenta de que no se puede vivir de la autosuficiencia. Somos seres sociales y como tales buscamos relacionarnos entre nosotros. Tuve que aceptar también que hay cosas que no sé hacer y que tampoco me gustan hacer, y que necesitaba ayuda para ello.
Abracé la vulnerabilidad y la humildad, despojándome del manto de la autosuficiencia, y me atreví a buscar orientación, a forjar alianzas, a abrazar el poder del “nosotros” en un mundo obsesionado con el singular “yo”.
En la colaboración, descubrí una verdad tan profunda como provocadora: la fortaleza no se encuentra en la soledad, sino en la unidad; el crecimiento no surge del aislamiento, sino de la conexión. Al renunciar a las cadenas del ego y abrazar la sinfonía de voces diversas, descubrí un tesoro de innovación y perspectiva.
En este reino donde los audaces prosperan y los resilientes perduran, recuerda esto: la ayuda no es un don concedido a los dignos; es un faro buscado por los valientes. El mito de los salvadores silenciosos se rompe, revelando una realidad profunda: la ayuda espera a aquellos que son lo suficientemente audaces como para pedirla, aquellos lo suficientemente humildes como para recibirla.
Abraza la incomodidad de la colaboración
Entonces, querido lobo solitario, atrévete a desafiar la norma. Abracemos la incomodidad de la colaboración, la emoción de las victorias compartidas. Deja que la sinfonía del “nosotros” ahogue los susurros solitarios del “yo”, impulsándote hacia alturas inimaginadas.
En el crisol de la colaboración, la grandeza espera. ¿Eres lo suficientemente audaz como para aprovecharlo?
Al reflexionar sobre este viaje de transformación de “yo” a “nosotros”, deja que estas poderosas conclusiones resuene en ti:
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Abraza la vulnerabilidad: La vulnerabilidad no es una debilidad, sino una puerta hacia el crecimiento. Al reconocer nuestras limitaciones y buscar ayuda, nos abrimos a un mundo de posibilidades y conexiones.
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Forja relaciones auténticas: El verdadero éxito no se logra en solitario, sino a través del poder de conexiones genuinas. Cultiva relaciones basadas en la confianza, el respeto y el apoyo mutuo para amplificar tu impacto y alcanzar nuevas alturas.
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Celebra la diversidad de perspectivas: La belleza de la colaboración radica en el mosaico de perspectivas que aporta. Abraza la diversidad, da la bienvenida a diferentes puntos de vista y aprovecha la sabiduría colectiva para innovar y sobresalir más allá de lo imaginable.
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Pide con audacia, recibe con gratitud: El camino hacia la grandeza está pavimentado con el valor de pedir ayuda y la humildad de recibirla con gracia. Atrévete a buscar orientación, apóyate en las fortalezas de los demás y sé agradecido por el apoyo que te impulsa hacia adelante.
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Deja el ego a un lado, la unidad prevalece: Deja ir el ego que susurra sobre la autosuficiencia y abraza la unidad que canta sobre las victorias compartidas. En la sinfonía del “nosotros”, encuentra la armonía que te impulsa hacia tus sueños con fuerza y resistencia inquebrantables.
Que estas conclusiones te inspiren a caminar con valentía, conectar profundamente y crear un impacto que trascienda fronteras. El mundo espera tu contribución única, alimentada por el espíritu de la colaboración y el coraje de abrazar el poder colectivo del “nosotros”.
“Puedo hacer cosas que tú no puedes, tú puedes hacer cosas que yo no puedo; juntos podemos hacer grandes cosas” (Madre Teresa)
“Ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros” (Ken Blanchard)
“Puede que todos hayamos llegado en diferentes barcos, pero ahora estamos en el mismo barco” (Martin Luther King Jr.)
“Reunirse es el comienzo, mantenerse juntos es el progreso, y trabajar juntos es el éxito” (Henry Ford)
“Solos somos inteligentes. Juntos somos brillantes” (Steven Anderson)
“Es asombroso lo que puedes lograr si no te importa quién se lleva el crédito” (Harry S. Truman)
Recursos que quiero compartirte
Ejercicio para el “Lobo solitario” para empezar a colaborar y encontrar un compañero de responsabilidad
Paso 1: Autorreflexión y claridad Antes de buscar asociaciones, participa en una autorreflexión para comprender tus fortalezas, debilidades y lo que buscas en un compañero. Define tus intereses reales y tus valores fundamentales.
Paso 2: Comienza poco a poco y construye confianza Empieza con pequeñas colaboraciones de bajo riesgo para construir confianza y adaptarte a trabajar con otros. Sé muy sincero con tus intereses y tus valores desde el inicio.
Paso 3: Busca un compañero de responsabilidad Identifica posibles compañeros: Piensa en personas que admiras o con las que te sientes cómodo – este podría ser un colega, amigo o alguien de tu sector. Acércate a ellos con una solicitud clara y honesta para apoyo mutuo de responsabilidad.
Establece expectativas claras: Acordar las metas que ambos quieren lograr y cómo se van a mantener responsables es imprescindible. No cometas el error que yo he cometido muchas veces de no dejar las cosas claras desde el inicio. Asegúrate de que está todo claro y acordado al comenzar.
Revisiones regulares: Programa chequeos regulares (semanales o quincenales) para analizar el progreso, los desafíos y los próximos pasos, y anímate a dar tu opinión sinceramente.
Reflexiona y haz ajustes: Reflexiona regularmente sobre la asociación y haz ajustes según sea necesario para asegurar que siga siendo beneficiosa para ambas partes. Puede suceder que los intereses cambien, que la perspectiva cambie, y es muy importante comunicar y analizar esto entre todas las partes.
Mensaje del Universo
Esta semana arranca la temporada leonica, ya que el sol ingresa en Leo y tendremos un desafío muy grande, ya que el sol se opondrá a Plutón en Acuario.
Sol en Leo: El Sol en su signo de hogar, Leo, brilla con confianza, creatividad y carisma. Nos anima a abrazar nuestra individualidad, expresar nuestro verdadero yo y tomar el centro del escenario en nuestras propias vidas.
Oposición a Plutón: La energía intensa de Plutón trae transformación y profundidad, a menudo instándonos a confrontar dinámicas de poder, verdades ocultas y responsabilidades colectivas. Esta oposición nos desafía a encontrar armonía entre nuestras ambiciones personales y el bien mayor.
En la lucha entre deseos personales (“yo”) y bienestar colectivo (“nosotros”), la energía del Sol en Leo oponiéndose a Plutón nos enseña la importancia de integrar ambos aspectos. Se trata de entender cómo nuestras acciones individuales impactan a quienes nos rodean y encontrar una manera de expresar nuestra autenticidad mientras contribuimos positivamente al colectivo.
Te dejo una frase clave para la semana: “Al abrazar mi verdadero yo y entender mi impacto en los demás, armonizo el 'yo' y el 'nosotros', creando una vida equilibrada y empoderada”
Mis mensajes
Te desafío a realizar el siguiente ejercicio esta semana. Comienza reflexionando sobre tus fortalezas y experiencias individuales, luego reúne un pequeño grupo para un debate colaborativo y una lluvia de ideas, y observa cómo te sientes después de ello.
Ejercicio:
Paso 1: Reflexión personal (Yo) Ejercicio de diario personal: Tómate 10 minutos para escribir sobre un logro o desafío reciente que enfrentaste individualmente. Anímate a reflexionar sobre tus pensamientos, sentimientos, acciones y resultados.
Preguntas a considerar:
- ¿Qué logré o con qué luché?
- ¿Cómo abordé esta situación?
- ¿En qué fortalezas personales confié?
Paso 2: Reflexión colaborativa (Nosotros) Debate en grupo: Reúnete con amigos, familiares o colegas. Si se hace virtualmente, pueden crear una llamada grupal o un foro.
Temas a discutir:
- Comparte un desafío u objetivo del Paso 1.
- Explora cómo la colaboración con otros podría hacer una diferencia.
- Reflexiona sobre instancias donde compartir tu desafío con otros llevó a mejores resultados.
Busca apoyo: Identifica un área en tu viaje personal o profesional donde te sientas desafiado o incierto. En lugar de tratar de enfrentarlo solo, busca a un mentor, colega o compañero emprendedor para orientación y apoyo. Al buscar ayuda y valorar la experiencia de otros, experimentarás de primera mano la fortaleza que surge del conocimiento compartido y la colaboración.
Celebra el éxito de otros: Practica el arte de celebrar los éxitos y logros de otros dentro de tu comunidad. Ya sea felicitando a un colega por un hito, compartiendo su contenido u ofreciendo palabras de aliento, apoya y celebra activamente a quienes te rodean. Al fomentar una cultura de celebración y apoyo mutuo, cultivarás una red de aliados que impulsan el crecimiento y éxito mutuos, creando un efecto dominó de positividad y colaboración en tu ecosistema emprendedor.
Estas acciones no solo profundizarán tu comprensión del poder transformador de la colaboración, sino que también te empoderarán para abrazar la fuerza colectiva del “nosotros” en tu viaje. Atrévete a dar estos pasos y observa cómo el paisaje de posibilidades se expande ante ti, impulsado por el espíritu de unidad y éxito compartido.
Si quieres saber más acerca de lo que Kira y yo opinamos sobre este tema, te invito a ver el episodio del Podcast Versus – Harmony In Contrasts, que habla sobre ello, y a convertirte en uno de nuestros Versus Visionaries; te dejo el enlace aquí
Si querés estar al tanto de toda la energía de esta semana en más profundidad, podés escuchar el audio que preparo todos los lunes para Telegram aquí.