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Sigamos aprendiendo acerca de la CNV
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- Victoria Farina
En el artículo anterior te mencioné los ejes de la Comunicación No Violenta (CNV), te conté acerca de los obstáculos que muchas veces se nos presentan y cómo esto puede hacerme caer en violencia y generar desconexión con las demás personas.
Esta semana quiero hablarte de los pasos que podemos aplicar para comenzar a crear más conexión con los demás y construir mejores relaciones sobre la base de la empatía y la autenticidad.
Los 4 pasos de la CNV
A continuación te voy a mencionar los 4 pasos en que se divide la CNV. Cuando los aprendemos, podemos integrarlos y verás que, en realidad, se dan de manera simultánea. Pero para ello, tengo que ser conciente.
1 Observación vs. Interpretación
El primer paso de la CNV es la observación y lo más importante es conseguir distinguir entre observación e interpretación para así evitar tener una visión nublada.
Para hacer esto, tenemos que aprender a describir objetivamente a fin de que podamos neutralizar lo que vemos y escuchamos, y no contaminarlo con nuestras historias.
La clave es centrarnos en los hechos, en observar y puntualizar lo que realmente sucede y veo de manera descriptiva, y hacer a un lado todas las historias que me puedo llegar a contar, de manera que no cree resistencia en la otra persona con la que me quiero comunicar.
Cada vez que veo o escucho algo, lo que hago es interpretarlo en función de mis filtros mentales, lamentablemente sucede de manera automática, y es esto lo que tenemos que aprender a reconocer y evitar. Como dice mi mentor Enric, tenemos que llegar a tener una mente inocente que no juzgue ni interprete, y así vamos a poder observar más allá... Aquí te dejo unos ejemplos para que veas cómo se aplica esto.
2 Sentimiento vs. Pseudosentimiento
El segundo paso de la CNV es reconocer los sentimientos reales. Recordemos que el objetivo de la CNV es crear conexión entre las personas, a través de la empatía y la autenticidad. Para eso, ya sabemos que primero tenemos que observar en vez de interpretar, y ahora tenemos que reconocer nuestros verdaderos sentimientos para luego poder expresarlos. Los sentimientos están asociados con una necesidad que está siendo cubierta o no, y tiene que ver solo conmigo.
Cuando hablamos de pseudosentimientos, siempre se necesita la figura de una otra persona que nos “causa” eso que estamos sintiendo, pero en verdad no es tan así; puedo sentirme de una determinada manera porque “me hizo algo”, pero esa persona viene a ser solo un gatillo más que la causa real. Recordá que UCDM nos dice “nunca estoy disgustada por la razón que creo”.
Ejemplos de sentimientos vs. pseudosentimientos
Una forma simple de reconocer un sentimiento verdadero es comenzar con la frase “Estoy...”: estoy triste, cansada, enojada, confundido...
¿Pero qué pasa si digo “estoy incomprendida, estoy manipulada, estoy agredida”? Suena raro, ¿o no? Para decir estas frases deberíamos usar “Me siento incomprendida, manipulada, amenazada, agredida”, y entonces preguntaríamos: ¿por quién? ¿Quién me amenaza, me manipula o no me comprende?... Y aquí tenemos la participación de una tercera persona, por lo que es un pseudosentimiento.
Si quiero descubrir cuál es el sentimiento real que se esconde por debajo de eso, me puedo preguntar: ¿qué me provoca sentirme incomprendida/manipulada/amenazada/agredida? Y la respuesta me llevará al sentimiento verdadero, puede ser tristeza, rabia, miedo, nervios, etc.
Los sentimientos crean conexión mientras que los pseudosentimientos crean resistencia y desconexión, ya que estamos comunicando desde el lenguaje de culpables y culpados. Si digo “me siento ignorada porque siempre llegas tarde” (pseudosent.), en realidad puedo estar enojada (sentimiento) porque para mí la puntualidad es importante, pero puede no serlo para la otra persona, y esto es lo que debemos entender.
3 Lenguaje de culpables e inocentes vs. Lenguaje de necesidades
El tercer paso de la CNV nos habla de reconocer nuestras necesidades y expresarlas. Muchas veces, por no decir todo el tiempo, nos comunicamos desde el Lenguaje de culpables e inocentes, es decir, al hablar hacemos responsable a la otra persona por la emoción que sentimos y lo único que logramos con esto es crear resistencia y desconexión.
Si, en vez, lográramos enfocarnos en lo que realmente nos incomoda y pudiéramos identificar la necesidad no satisfecha, nos daríamos cuenta de que ese estado emocional no es producto de lo que alguien me hace sino de la expectativa que yo había puesto y que no se cumplió.
Ejemplos de Lenguaje de culpables e inocentes vs. Lenguaje de necesidades
Si digo: “Estoy enojada porque has llegado tarde a comer”, esto se considera Lenguaje de culpables e inocentes porque asumo que mi enojo se debe a que esa persona llegó tarde. Si transformamos esto en el Lenguaje de las necesidades, podríamos decir, por ejemplo, que estoy enojada porque para mí la puntualidad es importante, porque YO decidí esperar y comí la comida fría, porque tenía muchas ganas de compartir la comida contigo pero no lo dije, porque me quedé esperando a que me avisaras que llegarías tarde en vez de llamar yo y preguntar, etc.
Lo importante aquí es lograr reconocer esa necesidad que se esconde debajo de cada estado emocional por el que atravieso y, para eso, la autoindagación es fundamental. Una vez que la reconozco, me permito expresarla desde mi responsabilidad, sin culpar a la otra persona.
El objetivo es hacerle saber a la otra persona qué siento y necesito para no dar lugar a interpretaciones, y así crear conexión y entendimiento entre las partes; que nos comuniquemos desde el amor, la vulnerabilidad y la autenticidad...
4 Lenguaje de pedidos
El último paso de la CNV habla de aprender a hacer pedidos. Una vez que reconozco lo que necesito, es muy importante aprender a pedirlo de una manera que pueda crear conexión con la otra persona. La mayoría de las veces no sabemos hacerlo, y entonces terminamos haciendo pedidos ambiguos que los demás no comprenden. Por ejemplo, si digo “esa planta se está muriendo” o “los platos no se lavan solos”, esto no es un pedido en concreto, ¿qué quiero realmente? En vez de hablar de esta manera, puedo animarme y decir: “¿podrías regar esa planta que está muy seca? o “¿podrías lavar los platos que yo tengo mucho trabajo que terminar y no quiero que queden todo el día sucios?”. Y si tanto me molesta, pues también puedo hacerlo yo directamente.
Otra cosa que sucede es que en vez de hacer pedidos, terminamos haciendo exigencias, y esto también crea desconexión. La CNV nos recuerda que todo NO que recibimos es un SÍ para la necesidad del otro. Por eso, debemos volver a conectar con la empatía y comprender a la otra persona que no quiere acceder a nuestro pedido.
La clave para hacer pedidos es la Asertividad y ser lo más específic@s que podamos, de manera que no haya duda de lo que esperamos recibir. Y por más que no lo recibamos, si somos auténtic@s y logramos aplicar empatía, la conexión se establece igualmente.
Me animo a ser vulnerable y suelto la expectativa de que las cosas sean siempre como quiero...
Vulnerabilidad
Quisiera terminar este artículo hablando de la vulnerabilidad. Esta es una palabra enorme que a menudo se confunde y se malinterpreta. He escuchado muchas veces a la gente decir “oh, eso es debilidad”. Lejos de ser debilidad, la vulnerabilidad es el núcleo de todas las experiencias humanas significativas.
Significa valentía, coraje, conexión, amor... La necesitamos para abrir nuestros corazones y crear relaciones verdaderas y profundas.Por supuesto, la vulnerabilidad también implica incertidumbre, riesgo y exposición emocional, según la definición de Brené Brown, y esto genera miedo e inseguridades, pero es la única forma de amar verdaderamente.
Establecer un vínculo real con alguien implica crear una conexión energética entre personas que se sienten vistas, escuchadas y valoradas. Y para crear este vínculo, necesitamos sentir que nuestras necesidades de amor y aceptación están satisfechas.
Mitos acerca de la vulnerabilidad
Me gustaría compartir con vos 4 mitos sobre la vulnerabilidad para que reflexiones sobre ellos:
- La vulnerabilidad es debilidad: para nada, abrirme a alguien requiere mucho espíritu y coraje (es decir, “actuar con el corazón”)
- No soy vulnerable, no lo necesito: oh sí, lo necesitas. No podrás evitar el riesgo de sentir incertidumbre o exposición emocional en algún momento
- La vulnerabilidad es exponer toda mi vida: para nada, se basa en la reciprocidad y requiere confianza; es compartir mis emociones con alguien que se ha ganado el derecho de escucharme
- Puedo hacerlo sola, soy autosuficiente: esta es una de las máscaras más comunes para adaptarse. No podemos hacerlo todo solos, somos seres sociales y necesitamos conectarnos entre nosotros
“Cuando nos atrevemos a dejar caer la armadura que nos protege de sentirnos vulnerables, nos abrimos a las experiencias que dan propósito y significado a nuestras vidas” (Brené Brown)
Te dejo un video aquí sobre la vulnerabilidad y te invito a que practiques todo esto y te prepares para la temporada de eclipses, ya que el eje principal serán las relaciones y el equilibrio entre mi individualidad y el compartir con otro.
Además, si querés estar al tanto de la energía de esta semana, podés escuchar el audio que preparo todos los lunes aquí.