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Nuestra Afrodita se prepara para renacer
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- Victoria Farina
¿De nuevo transformación?
Ya seguramente estás cansado de escuchar esta palabra. Hace meses que venimos con desafíos que nos invitan al cambio y a la transformación. Pasamos por una temporada de eclipses bien intensa, la temporada de Escorpio que su apellido siempre es Intensidad, ¿y ahora entonces qué?
Pues sí, esto no se acaba. La vida siempre continúa, todo se mueve, el universo es dinámico, no estático. Puede que los seres humanos sí nos tomemos vacaciones en determinados momentos, pero la naturaleza no lleva el mismo ritmo, no se detiene a descansar.
Ciclos
Lo lindo es que podemos cambiar la percepción de esto y, más que verlo como algo que nos cansa y no nos da respiro, podemos aprender a surfear esa incomodidad y bailar con los ciclos para saber cuándo acelerar el ritmo y cuándo pisar un poco el freno.
En el caso de las mujeres, sería incluso más interesante que nos hiciéramos conscientes de esto, puesto que somos cíclicas como la luna. Y así como podemos ver 4 fases diferentes en el cielo, esas fases también están dentro de nosotras. Pero ya te hablaré de esto en otro artículo. Hoy quiero hablarte de Venus…
Venus
Desde la mitología griega, a Venus se le llama Afrodita. Es la diosa del amor, de la sensualidad y de la belleza, pero es mucho más también. Venus representa nuestros valores, todo aquello a lo que le damos valor y que consideramos bello, y cuánto nos valoramos a nosotros mismos, todo aquello que nos hace sentir placer y gozo.
Venus representa nuestra capacidad de atraer cosas a nuestra vida, es esa energía magnética que encanta a los demás para obtener lo que deseamos; es la gerente de relaciones públicas del Sol. También nos enseña a disfrutar de nuestros 5 sentidos, de nuestro cuerpo, a tomarnos el tiempo para deleitarnos con los placeres de este mundo, y también a disfrutar con otras personas, a socializar, a compartir para ser aceptados.
Representa nuestra capacidad de expresar nuestras habilidades artísticas y creativas; así como también, el romance y el placer que sentimos cuando estamos con otra persona. Es una energía muy sociable que quiere que los demás la amen y la acepten socialmente, quiere sentir que pertenece y así se sentirá valiosa, por lo que Venus buscará expresar ese amor y esa sensualidad en el mundo para sentirse viva.
Falta de Venus
Muchas veces puede suceder que mi Venus no esté muy activa en mi vida, puede que haya dejado de lado toda esta parte creativa, sensual, romántica, y que no le esté dando espacio a mi Venus para que se exprese. Si esto es así, lo que puede provocar la falta de esta energía es que no sepa qué quiero para mi vida, puedo sentir un vacío interno, una baja autoestima, puede que incluso crea que no hay nada valioso en mí, que las personas no me ven o no me valoran…
Si mi Venus no está activa y saludable, también puede que surjan celos y conflictos con la pareja, que me sienta inferior y que me compare con otras personas, generando más inseguridades y dinámicas tóxicas en mis relaciones a causa de mi falta de valoración propia.
Exceso de Venus
Por el contrario, si tengo un exceso de Venus, lo que sucede es que me vuelco demasiado al placer y al disfrute, me vuelvo pasiva, perezosa y vivo para encantar a los demás a fin de obtener todo lo que quiera sin límites.
Me vuelvo también amoral, ya no tengo ética y, si me obsesiono con algo o con alguien, no pararé hasta obtenerlo sin ver las consecuencias de mis actos.
Además, si tengo demasiada energía Venus, me vuelvo acumuladora, quiero cada vez más riqueza, más objetos, más amantes, más de lo que sea…
Integración de Venus
Cuando voy hacia mi interior, trabajo mi Venus y descubro todo eso valioso que hay dentro de mí, desarrollo la confianza en mí misma, aumento mi autoestima e, incluso, genero abundancia en mi vida. Dejo de compararme con los demás y aprendo a compartirme desde mi esencia creativa, sensual y sin necesidad de esperar que los demás me acepten o me den lo que necesito.
Venus retro en Leo
Hace meses que Venus viene trabajando muchísimo en todas estas cuestiones. En julio de este año, nuestra Afrodita retrogradó en el signo de Leo y nos ayudó a hacer una revisión del respeto que nos tenemos a nosotros mismos, de nuestra autoestima, de nuestra valoración propia.
Quizás no te has dado cuenta de esto, pero te aseguro que si haces este análisis, descubrirás cómo sí se han presentado situaciones en tu vida que te han llevado a replantearte mucho tus conflictos de autoestima, confianza y cómo todo esto se expresa en tus relaciones.
En mi caso, por ejemplo, gracias a esta retrogradación de Venus es que te estoy escribiendo estos artículos. Mi Afrodita pasó por muchos tsunamis emocionales en estos últimos meses (por no decir todo el año), y esta revisión me ayudó a ver lo poco que me estaba valorando en algunas cosas, lo bloqueada que tenía la energía no solo de Venus sino también de Leo, y me dio el impulso para generar cambios que hace muuuucho tiempo me estaba pidiendo hasta mi propio cuerpo para crear nuevas oportunidades en mi vida.
Venus en Escorpio
Esta semana, Venus entró en Escorpio y con esto quiero decirte que se viene una transformación profunda. Me suena a que este período será la frutilla de la torta para cerrar el año de Venus que tanto tanto ha trabajado.
Luego de haber hecho toda esa revisión en los meses anteriores, de haber hecho cambios, o quizás todavía no me animé a hacerlos, y haber tomado consciencia de esos patrones vinculares que conservo para ser amada, aceptada, ahora se levanta el velo, viene el momento del cambio real y profundo. Mi Venus deberá observar lo que todavía está allí abajo escondido y enfrentarse a ello, deberá morir para renacer como el fénix, más brillante, más luminosa, más creativa y sensual.
Siempre te digo que la vida nos ayuda, es como si tuviéramos una red invisible que no podemos ver pero sabemos que está allí. Venus no estará sola, su mejor amigo la ayudará en este proceso porque también hará su revisión, pero eso te lo cuento en el próximo artículo.
Transformación en relaciones
Si ya te has dado cuenta de que alguna relación en tu vida debería transformarse, solo me gustaría decirte que no tengas miedo de soltar esos patrones que ya no te hacen bien. Si hay algo que no está funcionando, pues tal vez sea hora de que se transforme; muchas veces no quiere decir que se acabe, pero sí que sea de otra manera. Y es que la intención es que realmente nos valoremos, nos respetemos y que tengamos a nuestro lado personas que también lo hagan. Cuando dejamos morir ese “no yo” es cuando la verdadera “yo” puede renacer.
Te aseguro que hay algo súper valioso y creativo dentro tuyo que está esperando expresarse, solo hay que animarse a ver qué hay debajo de ese velo y sacarlo a la luz. Y si no podés solo o sola, siempre se puede pedir ayuda. Recordá que siempre hay alguien allí…
Si querés saber más sobre la energía de esta semana, podés escuchar el audio aquí.
Y también podés leer el artículo aquí en Tiempo Consciente.