Oh Cherry Cherry… me vuelves loca :D

Ayer tuve una experiencia maravillosa por el bosque de Cardedeu, un pueblito en las cercanías de Barcelona.

Junto con mi querida maestra Teresa Montells y mi amiga del alma Laia Roca, nos aventuramos a recorrer los caminos del Cherry Plum de la mano de Lotus Blanc.

Cherry Plum es una de las flores que descubrió el Dr. Bach y la esencia se prepara de febrero a marzo por cocimiento.

El Dr. Bach definió a esta flor como una flor para el temor. Él observaba a sus pacientes y podía reconocer sus personalidades y sus estados, y en función de ello, les daba una flor para tratar aquello que estaban padeciendo. Él definió al Cherry Plum de la siguiente manera:

“Miedo a tener la mente sobreexcitada, a perder la razón, a hacer cosas terribles y temidas, esas cosas no deseadas que sentimos que son erróneas pero que, sin embargo, nos vienen al pensamiento y sentimos el impulso de hacer”.

La experiencia fue maravillosa… Georgina y Laura nos explicaban el proceso, nos compartían su hogar y su sabiduría mientras caminábamos por el bosque para elegir el árbol correcto, principalmente que las flores siguieran en buenas condiciones para poder hervirlas, y a la vez yo percibía ese contacto delicioso con la naturaleza que siempre me hace sentir en casa.

En tanto caminábamos por los árboles, Laura nos preguntó algo que yo ya venía percibiendo, pero que no me había percatado con consciencia. Ella dijo: ¿qué les hace sentir el árbol? Nos pidió que nos metiéramos dentro de él y simplemente sintiéramos lo que nos transmitía. Yo con verlo de lejos mientras me acercaba ya había sentido una incomodidad profunda en el pecho.

De solo observar todo ese desorden de ramas, hojas y flores (por más que son hermosas), me provocó mucho malestar, hasta me sentía mareada en algún punto, y entonces se lo comuniqué. El árbol no tenía una estructura normal, las ramas salían por todos lados y hacia todas las direcciones, algunas iban hacia abajo y tocaban el suelo, otras se chocaban entre ellas en el aire. Mirarlo me dio mucha impaciencia y ansiedad.

Ella riendo me dijo: “claro, es exactamente eso lo que provoca”. Por eso el Dr. Bach eligió esta flor para el miedo, pues si lo observamos bien, el árbol ya muestra esas características de descontrol y, al tomar la esencia, permite encontrar paz y equilibrio que antes no se tiene.

Eso es lo que llamamos “signatura” de la planta, la forma que tiene, desde sus raíces, el tallo, las hojas, las flores, los frutos, todo nos habla de cómo es la planta y eso nos permite asociarlas con cómo se está sintiendo una persona o qué personalidad ya trae. Había estudiado esto en libros, pero estar ahí, experimentarlo en mi propio cuerpo y vivirlo desde la planta fue todo un descubrimiento.

Luego de recoger las flores, volvimos al laboratorio para llevar a cabo la preparación y, mientras esperábamos, compartimos experiencias e infusiones de la madre tierra.

Fue una jornada muy sanadora pues aprendí a reconocerme en ese árbol. Cherry plum no solo se da en casos de descontrol, sino también cuando una persona tiene un exceso de control en su vida, sobre sus emociones y todo lo que está a su alrededor. El miedo surge tanto si nos sentimos descontrolad@s como si controlamos tanto tanto al punto de no permitirnos ser y hacer, lo cual, debo decir, era mi caso.

Este árbol nos enseña que debemos aprender a integrar las polaridades de todas las cosas, ambos extremos en nuestra vida son perjudiciales, pero si confiamos en nuestras capacidades, podremos liberar esa presión interna y gestionar el miedo de otra manera.

Espero repetir pronto esta experiencia con alguna otra flor… pues seguimos experimentando, seguimos aprendiendo, seguimos creciendo siempre… y eso es simplemente vida...